Además de estos seis subcomités que tratan los temas referidos, funcionan dentro del ámbito de la ISO dos grupos de trabajo adicionales: el WGI, que trabaja sobre las guías para la inclusión de aspectos ambientales en normas de productos, y el WG2, que gira en torno de las directrices para asistir a las organizaciones forestales en el uso de ISO 14001 e ISO 14004.
En los últimos veinte años, ISO ha publicado más de 350 normas sobre aspectos específicamente ambientales, como calidad del aire, agua y suelo, así como sobre las emisiones de humo de los vehículos. Sus métodos de ensayo, reconocidos internacionalmente, han provisto las bases para una evaluación seria de la calidad del ambiente en todo el planeta. Ciertamente, las preocupaciones ambientales no son un problema nuevo para la ISO, lo que es nuevo es el sistema de gestión ambiental que está siendo desarrolla-
do por la ISO y que está teniendo como consecuencia la serie de normas ISO 14000.
Las normas de la serie ISO 14000 permiten que cualquier organización industrial o de servicios, de cualquier sector, pueda tener control sobre el impacto de sus actividades en el ambiente. El enfoque genérico de sistemas (exitosamente iniciado por las ISO 9000 de gestión de calidad) permite una evaluación precisa y una comparación de las medidas tomadas por las organizaciones, para encarar su responsabilidad con relación al ambiente.
Como el criterio para la elaboración de normas internacionales está basado en el consenso internacional de los distintos interesados (la industria, el gobierno y los especialistas ambientales) las normas ayudarán a prevenir que requerimientos nacionales divergentes se conviertan en barreras técnicas al comercio, mientras que permitirá a quienes las pongan en práctica demostrar el cumplimiento de las metas ambientales.
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