Los resultados deseados se alcanzan más
eficientemente cuando los recursos y las actividades relacionadas se gestionan
como un proceso, para
alcanzar:
• Capacidad para reducir los costos y acortar los
ciclos de tiempo a través del uso efectivo de recursos.
• Resultados mejorados, consistentes y
predecibles.
• Permite que las oportunidades de mejora estén
centradas y priorizadas.
La aplicación del principio del enfoque a
procesos impulsa las siguientes acciones:
• Utilizar métodos estructurados para definir las
actividades clave necesarias y así lograr el resultado deseado.
• Establecer responsabilidades claras y dar
indicaciones para gestionar las actividades clave.
• Comprender y medir la capacidad de las
actividades clave.
• Identificar las interfaces de las actividades
clave dentro y entre las funciones de la organización.
• Enfocar la gestión sobre factores tales como:
recursos, métodos y materiales que mejorarán las actividades clave de la organización.
• Evaluar riesgos, consecuencias e impactos en
los clientes, suministradores y otras partes interesadas.
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