1) Establecer una dirección de actuación clara.
Hay que saber lo que se busca y a donde dirigir los esfuerzos. El potencial de este modelo es la simplificación que nos muestra de la realidad, es complicado autoevaluar objetivos empresariales si no
está claro lo que se entiende por Excelencia empresarial.
2) Acordar los procesos clave de la empresa mediante consenso con la alta dirección.Para lo cual también hay que tener una idea clara de las expectativas de nuestros clientes. Deben establecerse compromisos específicos, controlarlos y medirlos, asegurando la asignación adecuada de recursos para conseguir los objetivos.
3) Conocer la desviación de los resultados con referencia a los objetivos establecidos. Utilizar este dato para averiguar las causas reales de la desviación información que permite detectar potenciales áreas de mejora.
4) Distinguir entre la “mejora continua”y el “breakthrough”. La autoevaluación y la excelencia deben estar
basadas en el proceso de mejora continua, pero el proceso utilizado debe permitir identificar cuando la mejora continua no es suficiente.
5) Integrar la autoevaluación en el núcleo del proceso de gestión, que se convierta en el fundamento de la gestión de la empresa. Es importante contar con software integrado que de soporte al proceso de forma que ejecutando las operaciones la autoevaluación se obtenga ágilmente.
6) Actuar sobre los resultados.Debe servir para priorizar las actividades planificadas.
7) Utilizar un enfoque sistemático. Especialmente para empresas grandes.
8) Involucrar al personal lo más posible. La planificación, implantación de la evaluación deberá ser realizada
por personal propio.
9) En algún caso la aplicación de instrumentos propios de la calidad total no ofrece el resultado esperado. Se deberá analizar cada cultura de la organización para aplicar los métodos adecuados.
10) Validar y certificar los resultados. Para evitar la valoración inadecuada o subjetiva de ciertos elementos.
11) La alta dirección deberá controlar la actuación de los mandos (deberá ser algo más que supervisores de
la autoevaluación).
12) Utilizar la autoevaluación como herramienta fiable de gestión, gracias a esta práctica todos los elementos relevantes de la gestión estarán controlados o por lo menos proporcionarán las bases adecuadas para llevar
a cabo un proceso de inspección, dirección y apoyo a la mejora continua basado en la información
fiable dejando de lado percepciones intuitivas o aleatorias.
No es un modelo prescriptivo, no nos indica que hacer con respecto a una situación u otra. Es una herramienta más dentro de un proceso de mejora continua.
Es trabajo de cada equipo elaborar los planes de mejora.
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