3. Rediseño del proceso:
En esta tercera etapa comienza el rediseño, propiamente dicho. El equipo, considerando los aspectos obtenidos en el análisis de la fase anterior, desarrolla un primer boceto de cómo debería ser ese proceso en términos generales. La creatividad, innovación y el ensayo de nuevos caminos es una característica fundamental en esta etapa.
Una vez se ha decidido como será el proceso rediseñado, se planifica y organiza de un modo minucioso este nuevo proceso. Es aconsejable en este punto, seguir las siguientes indicaciones:
- Organizar el proceso pensando en las necesidades de nuestros clientes, esto es, establecer los requisitos al proceso desde el punto de vista del cliente.
- El proceso debe ser claro y comprensible, debe poderse seguir y medir.
- Establecer los indicadores adecuados en conformidad con los indicadores generales.
Debe recordarse ¡ en todo momento que la organización de un proceso es una tarea dinámica; los requisitos de los clientes varían con el tiempo y además, hay que tener en cuenta e implementar los cambios que traigan las nuevas tecnologías. Este aspecto implica la consideración de la mejora continua del proceso rediseñado.
4. Implementación.
Durante la implementación del nuevo proceso rediseñado y en función de los resultados que se vayan obteniendo, se llevarán a cabo medidas correctivas y de mejora.
Es de suma importancia lograr solucionar todos aquellos problemas y oposiciones que puedan surgir, para garantizar así la aceptación e implicación de los empleados.
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