El diagrama de árbol, cuya forma recuerda a la del organigrama funcional de una organización, sirve fundamentalmente para identificar ideas y desarrollarlas en detalle.
Pasos a seguir para su construcción:
1. Formación de un equipo de trabajo.
2. Definición del asunto, problema u objetivo a tratar: la definición debe ser lo más clara posible.
3. Mediante una tormenta de ideas se escriben en tarjetas, según el objetivo del diagrama, actividades, métodos o las causas del tema tratado. Lo más apropiado es hacer una pregunta del tipo: ¿Qué debe suceder para lograr el objetivo?, ¿Qué métodos se pueden emplear para lograr el objetivo?...
4. A continuación pasamos a dar una valoración a las ideas según: sean posibles de llevar a la práctica, no se sabe si es posible llevarlas a cabo en la práctica o si son totalmente imposibles.
5. Por último pasamos a representar nuestro diagrama. La tarjeta correspondiente al tema principal la situamos en la parte central izquierda. Intentamos contestar nuevamente a la pregunta que nos ha inspirado la tormenta de ideas, y tomamos las tarjetas que más directamente contesten o influyan y las colocamos (como si se tratase de la elaboración de un árbol genealógico) en una columna a la derecha del tema principal. Después tomamos cada una de estas ideas, y procedemos con ellas como si fueran a su vez temas principales, es decir, nos hacemos la misma pregunta que antes, y tratamos de colocar las tarjetas que más relación tengan con ella. Cuando no haya ninguna tarjeta, o se nos ocurran ideas que todavía no están materializadas en tarjetas, es el momento de añadirlas.
Así, siguiendo este proceso llegamos a un desarrollo cada vez mayor de nuestra idea principal.
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