domingo, 29 de agosto de 2010

112 normas técnicas andinas reducen obstáculos al comercio

La normalización andina permite armonizar los requisitos comunes de productos en sectores prioritarios para el comercio intracomunitario y con terceros países. En nueve años, la CAN aprobó 112 normas comunitarias. El Plan Andino de Normalización es elaborado por las propuestas de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, miembros de la Comunidad Andina de Naciones (CAN).

En el sector de Alimentos se aprobaron 39 normas que favorecen a los productos pesqueros, azúcares y sus derivados, aceites y grasas, lácteos, cereales y legumbres, frutas y hortalizas, bebidas no alcohólicas y aditivos alimentarios y especias, y condimentos. Cabe resaltar que se cuenta con definiciones, clasificación y requisitos para la quinua en grano, hojuelas y harina.

Para el sector Industrial y Manufacturero existen 26 normas para textiles y confecciones, cuero y calzado, construcción, maderas y muebles, artesanía y artículos de joyerías. En este grupo destaca la normativa para definir la fibra de alpaca clasificada y en vellón.

Las normas para la confección lograron el consenso para armonizar las tablas de medidas anatómicas para hombres, jóvenes, niñas, niños e infantes. También se incluye a las prendas de señalización de alta visibilidad.

El sector automotriz cuenta con nueve normas destinadas a definir algunas características de los vehículos automotores en cuanto a sus dimensiones, identificación del fabricante, dispositivos de advertencia como el triángulo de seguridad y una clasificación de productos de caucho utilizados en la industria automotriz.

Calidad y seguridad para el consumidor de los países andinos es la meta de tener requisitos comunes, válidos a la hora de exportar o importar productos de empresas de la región. Los sistemas de gestión de la calidad, ambiental, inocuidad alimentaria y evaluación de la conformidad tienen 27 normas andinas relacionadas con las normas internacionales ISO.

El transporte de mercancías peligrosas, seguridad de juguetes y encendedores, calidad del producto de software, están entre otras 11 normas andinas. La norma andina NA-ISO 22000 determina los requisitos para cualquier organización en la cadena alimentaria.

De esta forma es posible, por ejemplo, el comercio de leche pasteurizada (NA0064), aceitunas de mesa (NA0012) o mezclas en polvo para preparar refrescos o bebidas instantáneas (NA0070). El rubro de la construcción está normado por la NA0020, referida a la fabricación de tubos de uso estructural.

Para elaborar y comercializar un par de aretes u otro artículo de joyería, se debe tener en cuenta los requisitos (NA0050) para las soldaduras empleadas en aleaciones de metales preciosos para estos productos. Ésta es una norma aprobada en el 2007.

Tener el mercado abierto no es suficiente porque en el mundo, los llamados obstáculos técnicos al comercio, están directamente relacionados al cumplimiento de los requisitos que cada país pone para que ingrese un producto de calidad a su territorio.

Consenso. A la fecha, existen 36 Comités Técnicos Andinos dedicados a analizar, investigar y llegar a un consenso que determine los requisitos de productos y servicios con un flujo creciente en el comercio andino. Los organismos Nacionales de Normalización (ONN) son los responsables de avanzar en la elaboración, adopción y aplicación de normas.

El Instituto Boliviano de Normalización y Calidad (Ibnorca), el Instituto Colombiano de Normas Técnicas y Certificación (Incotec), el Instituto Ecuatoriano de Normalización (Inen) y el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi), conforman la red Andina de Normalización.

En el rubro de los cosméticos, la normativa comunitaria tuvo un gran aporte, destacó el secretario General a.i. de la CAN, Adalid Contreras.

“Hemos pasado de $us 200 millones en el 2002 a $us 1.000 millones en el sector cosméticos a través de una normativa comunitaria que permite a un empresario, fabricante o importador, solamente registrar el producto en el país de origen o en el país donde se importa y después circularlo en la subregión”, apuntó Contreras. La normativa “elimina el registro sanitario y crea una modalidad de notificación sanitaria que hace que el control y vigilancia se realice en el mercado. Eso facilitó el comercio”.

Otro ejemplo de la armonización de requisitos se refiere a la atención de “sectores socialmente deprimidos históricamente”; se trata del sector alpaqueros que, a raíz de la norma andina de clasificación de fibra, ahora puede vender y le pone el precio” y lograron posicionarse en mercados europeos, asiáticos y americanos.

Empleo. En el caso de cosméticos, se ha generado un millón de empleos, según estimaciones de la CAN.
“El otro aspecto de impacto es la elevación de autoestima de la mujer, por el sistema de ventas que tienen esos productos”, subrayó.

“Otro valor es la responsabilidad compartida porque estas normas se han trabajado entre las autoridades nacionales evaluadoras, el sector privado asociado en un Consejo Empresarial de la Industria de Cosméticos y la Secretaría General de la CAN como autoridad regional que permite balancear el enfoque de la autoridad y del regulador de protección al consumidor, con el enfoque del empresario de la rentabilidad y de la utilidad y el tipo de facilitación al comercio”, precisó Contreras.

“Estos logros permiten ampliar a los productos higiénicos, absorbentes de higiene personal, desinfectantes. Estamos incursionando en otros sectores de similar riesgo”, detalló.

Si bien se dan facilidades para el comercio y el desarrollo de negocios para todo tipo de empresas, “estamos buscando llegar al ciudadano con cosas saludables, que le permita tener un mejor nivel de vida, mayor salud y seguridad. Usar un rímel de mala calidad pueden dañar los ojos. El ciudadano para nosotros es fundamental”, enfatizó Contreras.

Exclusividad. Los productos exportados con destino exclusivo a la Comunidad Andina, desde Bolivia, corresponden a 16 partidas arancelarias y alcanzaron a $us 154,9 millones a julio de este año.

La caña de azúcar, productos de la cadena de oleaginosas, leche en polvo, maíz, mantequilla, calzado, entre otros productos bolivianos, alcanzaron a $us 165,7 millones el 2009. Las exportaciones de Bolivia a la CAN se caracterizan por tener una alta participación de bienes elaborados y semielaborados (78%).

En el 2009 se exportaron 573 partidas arancelarias. 19 de ellas concentran el 90% de sus exportaciones en la CAN, 554 partidas concentran el 10% del comercio, que corresponden a exportaciones de las medianas y pequeñas empresas.

Estatuto Andino de la PYME

-Crear el Estatuto Andino de la pyme permitirá establecer parámetros para la elaboración de políticas de fomento y desarrollo en países andinos.
-Buscan identificar los temas prioritarios para favorecer el crecimiento y mejorar los niveles de competitividad y complementariedad de la pyme andina.
-Permitirá articular propuestas de políticas, programas e instrumentos de promoción y desarrollo de la pyme en áreas de interés común.
-Necesitan promover la participación de actores públicos y privados involucrados en el tema de la pyme.

Una agenda que apoya al pequeño productor

“Fomentar iniciativas a favor de los pequeños productores, impulsando el comercio con justicia y solidaridad, entre otras formas, que promuevan inclusión económica y social”, plantea la Agenda Estratégica de la CAN.

Para Bolivia es importante la incorporación del pequeño productor campesino, del productor agroecológico, según manda la Constitución Política del Estado, y para la CAN es relevante su inclusión en la agenda estratégica, enfatizó Adalid Contreras.

Buscan que se reconozca a la economía complementaria, la economía solidaria, el comercio justo porque “supone para Bolivia, no solamente la conquista del espacio, sino un desafío para trabajar a futuro con otro mecanismo complementario en el campo económico comercial”, de la CAN. Esta forma de pensar respecto a estos actores económicos se está plasmando en la normativa andina.

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