sábado, 2 de agosto de 2014

4. Evaluación del riesgo - Part 2

Índice de gravedad – G: es la valoración que el cliente hace sobre las consecuencias del fallo que podría sufrir. La evaluación se realiza en una escala de 1 a 10, en base a una tabla de gravedad, en función de la mayor o menor insatisfacción que dichas consecuencias le provoquen. Así muy insatisfecho (afecta a su seguridad, no cumple requisitos básicos etc.) es un 10 y un 1 indica muy baja probabilidad de insatisfacción.
Índice de ocurrencia – O: es la probabilidad de que ocurra un modo de fallo. Depende de la probabilidad de ocurrencia de la causa.
Puede tomar valores de 1 a 10, siendo 1 muy poco probable que ocurra y 10 altamente probable. A la hora de determinar este índice, el equipo tendrá que considerar qué medidas tienen ya establecidas para evitar o minimizar la probabilidad de que se produzca la causa del modo de fallo. Así si no existe medida alguna que evite la aparición de dicho fallo, es muy probable que se obtenga una puntuación de 10 en dicho apartado.
Índice de detección – D: Se evalúa la probabilidad de detectar un defecto o fallo antes de que el producto llegue al cliente. Toma valores de 1 (es muy probable que se detecte) a 10 (es muy poco probable que se detecte). En este caso, el equipo tendrá en cuenta las medidas de que disponen para detectar fallos, antes de que éstos lleguen al cliente, ya sea cliente interno o externo.
Finalmente calculamos el Número de prioridad de riesgo mediante el producto de los tres índices anteriores. Como ya se ha dicho, el NPR podrá tomar valores entre 1 y 1000, correspondiendo 1000 al mayor potencial de riesgo. Nos indica la importancia relativa de las distintas causas de fallo pudiendo así establecer prioridades sobre en qué actividad debemos concentrar los esfuerzos de mejora.

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