Los bioemprendedores bolivianos o aquellos que producen y comercializan productos de la naturaleza de manera sostenible demandan un “sello verde” que permita posicionarlos en los mercados internacionales.
Durante el foro “Bioemprendedores: los desafíos de forjar iniciativas de biocomercio”, cumplido recientemente en La Paz y organizado por la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN) y el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), los empresarios destacaron la importancia de formar alianzas estratégicas para que el productor y exportador puedan lograr el “sello verde” o “ecosello” bajo normas de calidad, que identifiquen al producto boliviano.
El “sello verde” es una marca que permite orientar a los consumidores hacia aquellos productos o servicios que respetan y conservan el medio ambiente, una tendencia que se extiende cada vez más.
Una de las conclusiones del foro fue que para lograr el desarrollo del biocomercio en Bolivia, se debe apuntar a una sinergia entre comunidades, empresas y Estado.
Necesidades
Los bioemprendedores, pese a tener los recursos suficientes en el país, demandan también acciones conjuntas entre empresas, comunidades y Estado, en la formulación de políticas públicas, de promoción productiva y normas que incentiven su desarrollo, bajo criterios de sostenibilidad, social, económica y medioambiental que beneficien a todos los actores de la cadena de valor.
Indicaron que para las comunidades y los pequeños empresarios, el mayor problema son los servicios públicos, pero sobre todo el alto costo de transporte.
Desarrollo empresarial
Modelo
Los bioemprendedores dicen que para el desarrollo de sus iniciativas hace falta trabajar en un modelo de gestión empresarial.
Calidad
Ese modelo debe tener un enfoque competitivo que permita fortalecer la producción con calidad a nivel comunitario.
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